Cuando celebramos el aniversario de una institución viene a nuestra mente que las instituciones, y la historia misma de un país, están hechas por personas y por los momentos que esas personas han construido.
Hoy estamos haciendo memoria de que en 1870, cuando apenas Costa Rica empezaba a organizarse y consolidarse como nación, se sembró la semilla de la institución en la que hoy tenemos el privilegio de servir.
Los aniversarios son momentos oportunos para traer del recuerdo a todas las personas con quienes se ha compartido un tramo del camino y los muchos esfuerzos conjuntos que han hecho grande a esta institución.
Quienes nos precedieron a lo largo de estos 150 años fueron dándole forma al Ministerio que hoy conocemos.
Nos llamamos Justicia y Paz, y eso nos recuerda, diariamente, que no solo aunamos esfuerzos para la administración de la justicia penal y la inserción social, sino que tenemos un gran compromiso con la promoción de una sociedad más inclusiva, libre de violencia, que encuentre modos alternativos y pacíficos de resolver sus conflictos.
150 años después, esa visión de país nos cobija a los más de 5 mil colaboradores que día con día construyen, levantan y transforman esta institución.
Porque más allá de las paredes, de los escritorios, de patrullas, de los informes que vienen y van, son cada uno y cada una de ustedes las que hacen posible que el Ministerio de Justicia y Paz respire, camine y cumpla con las funciones únicas y esenciales que el país le ha encomendado.
Siéntanse por favor orgullosos de su trabajo y del aporte que le hacen a Costa Rica.
Y piensen qué le quieren dejar a los que vendrán a servir acá en los siguientes 150 años, cuál es el legado que cada uno quiere dejar en la institución.
Gracias por todo su trabajo, su vocación de servicio y su carisma, gracias por humanizar día a día la razón de ser de este gran Ministerio.
Feliz Aniversario Compañeros!
Fiorella Salazar Rojas
Ministra