El reconocido futbolista Kurt Bernard empató, con gol de penal y en el último minuto, a la selección de fútbol del Centro de Atención Institucional Luis Paulino Mora.
El reñido encuentro se produjo, este sábado, en el estadio Juan Gobán (Limón), donde comenzaron los partidos de fútbol entre privados de libertad de todo el país y jugadores amigos de Kurt Bernard, dentro de la iniciativa “Kurt Bernard y sus amigos de gira por las segundas oportunidades”.
El proyecto permite acercar las selecciones de fútbol de las cárceles a los estadios de sus comunidades. Además de los futbolistas del CAI Luis Paulino Mora, quienes, en su mayoría, provienen de Limón, también se produjo un segundo encuentro con la selección de fútbol del CAI Marcus Garvey (Limón).
El encuentro con el CAI Luis Paulino Mora resultó 6-6, mientras que el partido con el CAI Marcus Garvey quedó 3-1 en el primer tiempo.
Róger Skelling, quien fue volante del Limón FC, expresó: “Nos parece una actividad bonita. Este grupo fue hecho para hacer cosas buenas para la comunidad. Cuando nos traen a este tipo de actividades, nosotros estamos encantados de colaborar y apoyarlos a ellos. Uno no puede condenarnos, más bien hay que ayudarlos”.
Uno de los privados de libertad que jugaron este sábado fue James Vindas, quien en solo dos días obtendrá su libertad. “Para nosotros esto es muy importante, somos personas que cometimos un delito, pero ahora queremos hacer las cosas bien. Esta es una forma de salir del encierro, de hacer deporte de una manera bonita. No venimos a lastimar a nadie y como grupo que somos podemos demostrarlo”.
El estadio estuvo lleno de familiares, amigos y vecinos de Limón, quienes no dudaron en acercarse a apoyar a los jugadores.
Para Bernard, el partido sería fácil, pero no fue así. “Gracias a Dios estuvo muy bueno. El equipo nos complicó el ratico, yo quiero felicitarlos porque tenían buenas condiciones y queremos seguir adelante con el proyecto”, dijo.
Para la ministra Cecilia Sánchez, ambos encuentros fueron un completo éxito. “Se logró el objetivo de tener un espacio de encuentro, utilizando el futbol como herramienta de disciplina, de oportunidad y de acercamiento familiar. Fue emotivo presenciar encuentros entre hijos con sus padres, madres y esposas, alegres, disfrutando del deporte, en un ambiente de sana convivencia, demostrando a la sociedad que se está trabajando para un egreso positivo, que evite el retorno a prisión”.
Uno de esos encuentros entre familiares fue el de Richard Myrie con su esposa Johanna Víquez, quien solo pudo traerse un hijo desde Guápiles porque el dinero no le alcanzaba para las otras dos pequeñas.
“Él me contó que tenía un partido y lo vine a apoyar. Pude venir a encontrarme con él, no solo en la cárcel, sino en esta actividad. Todo mundo ha llorado al verlos jugar. Lo he apoyado para que sea otra persona en la vida. Él es muy bueno jugando bola”, expresó.
Gracias a Kurt Bernard y sus amigos por asumir con tanta responsabilidad este compromiso y, a nuestra población, por el excelente desempeño y comportamiento.