La construcción de dos complejos carcelarios en La Reforma para 2.500 privados de libertad, trae consigo la pérdida de biomasa por la eliminación de áreas verdes y la tala de árboles para levantar esas dos prisiones.
Debido a esa problemática, y por el compromiso ambiental, la ministra de Justicia y Paz, Cecilia Sánchez, inauguró hoy un programa de arborización para reponer la biomasa en la cárcel La Reforma y reforzar el corredor biológico entre Puriscal, el cañón del río Virilla y Alajuela.
Durante la primera jornada de esta mañana, la ministra Sánchez, el viceministro Marco Feoli, funcionarios del Ministerio de Justicia y un grupo de privados de libertad, sembraron los primeros 70 árboles de diversas especies.
El ingeniero del Departamento Agropecuario, José Francisco Cubero, explicó que, en total, se plantarán 2.000 árboles en los próximos cuatro años, desarrollados en el vivero del CAI La Reforma.
Algunas de las especies son cedros amargos, jabillos, mata pulgas, acerola, cristóbal, Guanacaste blanco, chaperno negro, corteza amarillo, roble sabana y otras.
“La finalidad de este proyecto es contrarrestar el aumento de la temperatura que se da por el cambio climático, generar microclimas dentro de todos los complejos penitenciarios, comenzando en La Reforma, y mejorar el paisajismo verde”, explicó Cubero.
El CAI La Reforma se ubica en una finca de 110 hectáreas, la cual se sectorizó en siete espacios, tomando en consideración elementos de seguridad, donde se realizarán las siembras de árboles. Hoy, comenzó en el área del polígono de tiro de la Policía Penitenciaria. Posteriormente, se trabajará en los alrededores del ámbito de Mínima Seguridad, el ámbito F (máxima seguridad vieja), márgenes del río Virilla y otros espacios.
El ingeniero añadió que los árboles generarán fruto y flor para atraer insectos y aves. “La idea es convertir La Reforma en un colaborador del corredor biológico entre la zona de Puriscal, el cañón del Virilla y Alajuela. La Reforma se está viendo rodeada de proyectos constructivos de vivienda, lo que ha hecho que se pierda la capa verde que absorbe agua y nos estamos quedando como la única finca en la zona.
”Tenemos una responsabilidad importante porque coincidimos con el cañón del río Virilla y debemos salvaguardarlo. Esta finca ha servido de paso para muchas aves migratorias y se ha ido perdiendo por tanta infraestructura. Por eso debemos mejorar la zona boscosa, para proveerles alimento a estos animales”, manifestó Cubero.