La ministra de Justicia y Paz, Cecilia Sánchez, entregó al Museo Penitenciario seis llaves y tres puertas de las famosas “Tumbas”, un ámbito que ella clausuró, en agosto del 2016 en el CAI La Reforma, por vulnerar los derechos humanos de los privados de libertad allí recluidos.
Ese ámbito, que sirvió en el pasado como una máxima seguridad, albergó en sus inicios población proveniente de la Penitenciaría Central. Luego, en el 2005, cuando se construyó una instalación nueva para máxima seguridad, en aquel ámbito se siguieron ubicando personas que, por sus problemas convivenciales, no lograban permanecer en otros espacios.
Sin embargo, la ministra encontró seres humanos encerradas durante 23 horas diarias, algunos por más de cuatro años, en celdas pequeñas, oscuras y sin suficiente ventilación. Por casi 15 años, el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura evidenció que las famosas “Tumbas” servían como depósitos de personas y recomendaba su cierre. Sin embargo, no fue hasta el 22 de agosto del 2016, con el comunicado oficial, que la ministra Sánchez lo clausuró.
“Este acto es para nosotros muy relevante y significativo porque el ámbito F, lo que se conocía como máxima vieja, era un lugar de terror. Reproducía las condiciones que se vivieron en la Penitenciaría Central, cuando esto era un centro de violencia y crimen. Haber cerrado ese espacio nos llenó a nosotros de profunda satisfacción y la entrega de estas llaves y puertas tiene el simbolismo de haber cerrado una etapa muy negra en la historia del sistema penitenciario costarricense”, expresó Sánchez.
La exposición “Arte por el cambio” fue organizada por la Fundación Ceppa, con la causa Transformación en Tiempos Violentos, y lleva un mensaje de cambio de todo lo negativo en positivo.
Incluyó 33 obras realizadas con materiales reciclados y técnicas mixtas, durante un taller impartido a la población.
Tanto las llaves como las puertas serán sometidas a un proceso de restauración para resguardarlas y ponerlas a disposición del público muy pronto.