Once mujeres del CAI El Buen Pastor se convirtieron en actrices que interpretaron su propio guión en las tablas del Teatro 1887, este miércoles durante la muestra teatral del colectivo Las de Afuera.
Ellas representaron sus historias, vivencias y las de sus compañeras. Son mujeres víctimas de violencia doméstica, madres de familia, abandonadas, abusadas sexualmente y excluidas por una sociedad a la que ansían regresar, pero diferentes.
“Ha sido fantástico este proceso. He podido hacer realidad mis sueños. Siento que soy yo misma cuando hacemos teatro en el grupo. La autoestima se ha llevado a flor de piel. Al comienzo estaba con un poquito de nervios, pero vine a llevar al personaje en ciertas escenas de mi vida.
”Yo también tuve un tiempo de violencia doméstica. Tuve que acoplarme al personaje, para saber cómo mi personaje podía exteriorizar aquella energía frustrada del poco apoyo de su marido, el no contar con su familia. Sinceramente, es un sueño cumplido”, expresó una de las actrices, Ileana Matamoros.
La obra, dirigida y escrita por la estudiante de Psicología, Jimena Caballero, es el resultado de arduos ensayos, tras las rejas. El público las ovacionó de pie, había familiares y extraños conmovidos, que se emocionaron durante la obra al ver a esas mujeres reflejadas en el espejo.
Nidia Lobo, una enfermera obstetra que llegó por casualidad, no guardó el sentimiento. Al final de la obra, fue la primera en felicitarlas, a viva voz.
“Cuando se desarrolló todo el drama, la realidad que traen consigo mismas, me sentí tremendamente emocionada. Se me salieron las lágrimas muchas veces. Quería gritar, pero no podía porque era una obra de teatro.
”Revela dos cosas de la vida: la que obstaculiza y lo que hay en el ser humano que lo hace trascender. Sentí mucha dialéctica dentro de la obra. Me identifiqué mucho por mi profesión porque la maternidad estuvo muy presente y pude ver cómo, a través de las expresiones de ellas, se violentó el derecho a compartir con sus hijos e hijas”, afirmó.
Yorley Chavarría, tía de una de las actrices, también afirmó: “La obra muestra muchas facetas que viven ahí, pero nosotros no podemos imaginar ni sentir lo que ellas sienten en realidad. Nosotros como familia nos sentimos un poco más sensibilizados por estar pasando este momento porque es muy duro. No es solo ella la que está ahí, es toda la familia. Yo no paré de llorar todo el rato porque queremos apoyarla para que cuando salga sienta el apoyo de la familia y no vuelva a cometer errores”.
En la obra participaron las privadas de libertad Ana Lorena Arce, Geovanna Bejarano, Yendry Campos, Cindy Cedeño, Alexandra Coto, Ileana Matamoros, Kerlin Rivera, Brenda Rodríguez, Jessica Salgado, Mariana Solano y Kenia Zúñiga.
Ana Lorena Arce es una de las actrices que hizo reír y llorar también. “Me tocó interpretar dos personas: uno es parte de mi vida, soy lesbiana, y enfrentarse a estereotipos que cobra la sociedad sin conocer realmente lo que somos como seres humanos, me ha tocado enfrentarlos. En la cárcel, no todas las personas de mi género son bien vistas. También, me tocó ser un agresor al que mataron por agresor; no se justifica, pero por eso lo mataron”, dijo.
Ella explicó que le pusieron ese nombre al colectivo porque así exteriorizan todo aquello que llevan por dentro que las hizo llegar a la cárcel. “Es una manera de darnos a conocer y hacernos sentir. Pertenecemos a afuera, de ahí venimos y, tarde o temprano, para ahí vamos, a pesar de las circunstancias”, añadió.