Brindar un servicio de calidad que satisfaga las necesidades de las personas que visitan los centros penitenciarios del país, es uno de los objetivos de la Policía Penitenciaria.
Generalmente, los ciudadanos han visualizado a la Policía Penitenciaria como el cuerpo de seguridad que únicamente custodia a las personas privadas de libertad.
Si bien esa es una de sus tareas primordiales, lo cierto es que los hombres y mujeres que conforman este cuerpo policial, se encargan semana tras semana de recibir a miles de personas que, producto de la jornada de visita, acuden a los centros penitenciarios para compartir con sus madres, hijos, esposos, hijas, hermanos o amigos.
La Dirección de la Policía Penitenciaria, consciente de la importancia de brindarle un servicio de calidad a la población, ha impulsado distintas capacitaciones al personal policial con el propósito de contar con oficiales mejor preparados, que se ajusten a las necesidades de la dinámica penitenciaria como tal.
Gracias a un convenio con el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), se ha logrado iniciar un curso de atención al cliente para revisar instrumentos conceptuales teóricos y prácticos, establecidos en materia de atención al cliente o usuario externo e interno, así como instrumentos que les facilite la buena atención a los visitantes de un centro penal.
Como primera etapa, la intención es que todas y todos los funcionarios del Puesto 1 del Centro de Atención Institucional La Reforma sean los primeros en ser capacitados y, posteriormente, continuar a nivel nacional.
Para Pablo Bertozzi, director de la Policía Penitenciaria, este tipo de herramientas son fundamentales para el crecimiento de este cuerpo policial.
“Nuestra relación funcional no tiene que ver únicamente con el tema de la población privada de libertad, sino con todas aquellas personas que por diferentes razones se acercan a un centro penal y requieren recibir un servicio. Tenemos que ir desarrollando capacidades que permitan establecer relaciones mucho más armoniosas, que nos permitan contribuir a un ambiente carcelario más seguro, más sano y menos conflictivo”, concluyó Bertozzi.
Las capacitaciones tienen una duración de una semana y son impartidas por la profesora María Eugenia Bolaños Campos. El primer grupo en capacitarse se compone de 21 funcionarias y funcionarios, el segundo curso iniciará el 20 de abril.