Reynaldo Villalobos Quesada recuerda a su padre un 24 de diciembre haciendo las compras navideñas de la casa y, a la vez, corriendo para autorizar la salida de un privado de libertad a quien le había llegado la orden de egreso en pleno día festivo.
“Me caló muy fuerte ese amor que él tenía hacia el trabajo por hacer las cosas bien”, aseguró el hijo de 28 años, quien no solo lleva el mismo nombre, sino que sorprende por el parecido físico al exdirector general de Adaptación Social, Reinaldo Villalobos Zúñiga.
Cinco meses después de su fallecimiento, la esposa, Lorena Quesada, y los hijos, Reynaldo, Lorena, Gabriel y Paula, visitaron este viernes en la mañana, por primera vez, las instalaciones de la Unidad de Atención Integral en San Rafael de Alajuela.
Fue curioso, al momento de registrarse en el ingreso, la oficial de la Policía Penitenciaria que anotaba los nombres de cada uno de los familiares, cuando escuchó al hijo decir su nombre, se detuvo un momento, lo volvió a ver a la cara y rieron juntos.
“Para mí, es un halago ser tan parecido a mi papá. Me causa mucha felicidad. Quisiera parecerme en todo lo que él representa, sobre todo en su humildad, en su forma de ayudar a todo el mundo, ser querido por todas las personas y en ser un buen padre como lo fue con nosotros”, expresó el hijo.
El día en que Reinaldo Villalobos Zúñiga falleció (22 de noviembre del 2016), la ministra de Justicia y Paz, Cecilia Sánchez, anunció a la institución que bautizaría las instalaciones de la Unidad de Atención Integral con ese nombre.
De hecho, la Comisión Nacional de Nomenclatura aprobó ya el nuevo nombre que llevará este centro, el cual permitirá a sus 704 residentes mantenerse ocupados, ya sea recibiendo capacitación técnica, trabajando o estudiando, con el fin de dotarlos de mejores herramientas y favorecer su reingreso a la sociedad.
Para Lorena Quesada, la esposa, las instalaciones reflejan un trato más humano hacia una población que Reinaldo siempre trató por igual. “Es un lugar más bonito para que estas personas pasen esos momentos tan difíciles y que estén más tranquilas. Refleja el sueño de él, que siempre luchó por los privados de libertad, para que los trataran como todos. Si él estuviera aquí, estaría súper feliz de ver su sueño hecho realidad. Cuando supimos que la ministra dijo que se llamaría así, fue increíble. Es un gran orgullo que lleve el nombre de él. Venir y conocer las instalaciones refleja la lucha que tuvo por muchos años”, aseguró.
Durante el recorrido, los familiares estuvieron acompañados por la directora de la UAI, Jessie Blanco, y el actual director de Adaptación Social, Mariano Barrantes. Además, compartieron un almuerzo con policías penitenciarios y otros funcionarios del CAI La Reforma.
Para Reynaldo Villalobos Quesada, ver el nombre de su padre reflejado en la pared de ingreso al centro penitenciario es un “golpe de amor”. “Como familia esto es impresionante y estamos agradecidos con este Gobierno. Es un orgullo, a pesar del dolor de haber perdido nuestro padre. Mi papá entregó su vida al sistema penitenciario y luchó para que las personas puedan insertarse en la sociedad. ¿Qué mejor símbolo que un centro como este que trae las facilidades para poder empezar de nuevo, salir con una carrera, con enseñanzas en algún oficio? Es ver esa ideología de mi papá, reflejada en cada pared”, expresó.