Tres privados de libertad participaron de la siembra de 65 árboles en el parque metropolitano La Sabana, esta mañana con 96 voluntarios de siete empresas, durante la última jornada de siembra de este año.
Desde temprano, Pablo Ávalos, Luis Mariano Pacheco y Wiston Sánchez salieron del CAI La Reforma rumbo a San José, con la ilusión de plantar los árboles que ellos mismos cultivaron durante dos años en el vivero de este centro penitenciario.
El panorama fuera de la cárcel era distinto, de hecho, ninguno de los privados de libertad conocía el Estadio Nacional. Ávalos tiene ocho años de estar preso; Pacheco siete y Sánchez, cuatro. La esperanza por salir pronto de la cárcel aumentó cuando pudieron disfrutar de un espacio de libertad.
Ellos tres sembraron unos diez árboles, durante la hora en que estuvieron ahí. Son casi expertos en el desarrollo de especies autóctonas, tras recibir capacitaciones en el proyecto agrícola.
“Yo he estado trabajando en el área agropecuaria, vieras cómo me ha enriquecido. Saqué mi primaria y voy a presentar los exámenes de octavo. Tengo cursos de manejo de alimentos y otro e insecticidas. Haber salido es un respiro grandísimo y me motiva a salir adelante, haciendo las cosas bien”, dijo Wiston Sánchez, condenado a una pena de 10 años.
Precisamente, la ministra de Justicia y Paz, Cecilia Sánchez Romero, firmó el miércoles pasado una prórroga por cuatro años más al convenio de cooperación con el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder), para la ejecución de actividades asociadas al proyecto de rearborización del parque La Sabana.
Este proyecto inició en el 2011 y, desde entonces, el vivero de La Reforma ha aportado cerca de 1.500 árboles, cultivados y desarrollados por la población privada de libertad con materiales aportados por el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio). Por ahora, hay otros 1.500 árboles en proceso de desarrollo.